Un elemento importante para la conducción exitosa de una simulación virtual es comprenderla como una línea de tiempo que va a empezar a realizarse a medida que empiecen a desarrollarse las actividades.

Si el ejercicio consta de 6 rondas de decisión, equivalente cada una a un trimestre de tiempo real, los participantes estarán conduciendo la empresa durante el equivalente a un año y medio (18 meses) de tiempo real, traducido al tiempo virtual de la simulacion.

Al inicio de las actividades, la simulación empieza en el primer trimestre (ronda 1). El resultado de la intervención que los participantes realizan en la ronda 1, se hará realidad virtual en la ronda 2, por lo que las decisiones de la ronda en curso, ocurren cuando la simulacion se ejecuta y se moviliza "virtualmente" hacia el futuro.

Asi, puede decirse que la línea de tiempo de la simulación consta de dos momentos. Uno presente, que es el momento donde los participantes examinan las circunstancias y toman sus decisiones, y otro futuro que ocurre cuando la simulación avanza en el tiempo virtual y causa los resultados derivadas de las decisiones tomadas en la ronda anterior.

De forma practica, esta dinámica de tiempo virtual facilita que la empresa simulada logre aproximarse a las características de las empresas en la vida real, donde los empresarios y directivos parten de supuestos para realizar sus decisiones de inversión y estrategias y luego toman ajustes en función de los resultados alcanzados dentro de las limitaciones que el mercado y los competidores permiten.

Esta dinámica de "anticipar" proyecciones y "reaccionar" a los sucesos captura la esencia de la función administrativa clásica descrita por Fayol, y que resume el trabajo administrativo en las tareas de planificación, organización, ejecución y control. Sin embargo, lejos de ocurrir de forma ordenada y secuencial, "estudio tras estudio, han demostrado que los gerentes trabajan a ritmo acelerado y que sus actividades están caracterizadas por la brevedad, variedad y discontinuidad, muy orientadas a la acción y muy poco a la reflexión. (Mintzberg, 1975).

Es precisamente en este aspecto donde radica la mayor oportunidad para el logro de aprendizajes significativos a través de la reflexión pausada sobre las decisiones y sus efectos.